Avanzar. Pero poniendo a las personas en el centro.

Creo que a todos nos ha pasado alguna vez estar en el banco y ver a una persona mayor frente a un cajero con mirada triste y perdida mientras el bancario le indica cómo debe proceder para realizar operaciones más o menos habituales como sacar dinero, actualizar cartilla o pagar un recibo, por ejemplo.

Se me cae el alma al suelo al ver la escena; siempre me ha parecido una falta de humanidad, respeto y también de visión desde el punto de vista comercial ya viéndolo desde una perspectiva más egoísta.

Es obvio que estas empresas pueden permitirse atender a estas personas como merecen y me parece lamentable el que no lo hagan por no considerarlo rentable o como ellos dicen, lo que les cuesta ese cliente respecto a lo que les beneficia, no les compensa. Luego «gastan» cantidades ingentes en obra social y cosas por el estilo, debe ser que más que un gasto para ellos es una inversión y de esta forma pues si les compensa.

Ya que parece que desde el punto de vista de rentabilidad en términos puramente económicos no les atrae la idea, quizá desde un punto de vista más egoísta (algo que les aporte), podrían estudiar la posibilidad de invertir en su marca (branding) y diferenciarse de su competencia diseñando un departamento especializado en las necesidades de nuestros mayores, haciéndoles sentir «que forman parte de», incluir en lugar de excluir y si me apuran hasta hacerles sentir lo importante que han sido y son para la sociedad en su conjunto.

Y esto, claro, es extrapolable a otros sectores.